Casa de Paola Navone, Milán

Credits:
Project by Paola Navone
Otto Studio
Photos by Enrico Conti
La impredecible casa de Paola Navone está suspendida en la primera planta de un hangar en la zona de Tortona. Bajo una cubierta de zinc corrugado, que recuerda por igual a los techos del estilo Haussmann y a la arquitectura industrial, se sucede una serie en apariencia infinita de wunderkammer o «cuartos de maravillas» comunicantes, que se exploran trasladando la mirada de un detalle a otro. Arquitecta, diseñadora, decoradora de interiores y directora de arte, Navone ha reunido en este enorme contenedor los objetos que ha ido «encontrándose por el camino» durante sus largos viajes nómadas de trabajo y los ha recopilado en colecciones que no dejan de sorprender por la osadía de sus combinaciones, que mezclan cerámicas francesas, cabezas de cartón piedra recogidas por la calle en Singapur y utensilios japoneses dispuestos como esculturas. Cada estancia, empezando por el largo pasillo-galería, es una vitrina que alberga historias y maravillas. La pasión por la acumulación se convierte en una auténtica instalación en el dormitorio, en cuyo centro se erige una increíble pared que envuelve el cuarto de baño, modelada en altorrelieve con millares de manufacturas de cerámica en mil tonos de turquesa. En la zona más íntima de la casa también hay una sucesión de golpes escénicos que, en un crescendo surrealista, nos llevan de los lavados fabricados a partir de jarrones de terracota que soportan woks de aluminio fino, a la silueta neo-decimonónica de la bañera Admiral Lux, envuelta en un espléndido casco de hierro fundido pulido a mano.

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